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Este sector puede desglosarse en los sectores de la banca, los seguros y las finanzas.

Las industrias de la banca, los seguros y las finanzas tienen en común el manejo diario de los números y el dinero. Al igual que en otros sectores, aquí se hace una distinción entre las actividades con contacto directo con el cliente (B2C) y el contacto sólo con clientes comerciales (B2B). Además, en este sector existe una gran proporción de actividades puramente administrativas, es decir, sin contacto directo con el cliente.

Mientras que el sector bancario se ocupa principalmente de la gestión de dinero e inversiones, el sector de los seguros también incluye la venta activa de pólizas de seguros a particulares y empresas. La división de finanzas en general consiste principalmente en proveedores de servicios con especializaciones particulares, como la optimización financiera individual.

Dado que los bancos y las compañías de seguros, en particular, tienen exigencias estatales elevadas, existe un número correspondientemente grande de organismos públicos de supervisión, que también entran en este sector en cierta medida, ya que emplean personal con cualificaciones similares.

Existen, por ejemplo, puestos de aprendizaje como empleado de banco o empleado de seguros; los estudios dobles, por ejemplo, para convertirse en administrador de empresas bancarias*, son cada vez más populares. Las posibles carreras son economía, finanzas y administración de empresas, matemáticas empresariales u otras ciencias económicas.